La cuestión

Avazar, mejorar, emprender, proponernos una meta y seguirla, cumplir con nuestro propósito. Se presenta una cuestión en muchos de nosotros ¿por que me cuesta tanto trabajo salir de este circulo de recurrencia? donde una y otra vez tenemos los mismos, las mismas metas y las mismas aspiraciones, pero todo pareciera igual, pareciera que cuando decidimos algo se ponen en marcha mecanismos y creemos que el universo se pone en nuestra contra. 

En parte es debido a nuestro desconocimiento del funcionamiento de ciertas energías aunque podríamos manejarlas de forma intuitiva hay otros factores que no podemos controlar y que creemos conocer pero en definitiva por lo general pasamos de ellos de forma inconsciente. La energía detrás de todo trabajo o acción es la voluntad la cual muchas veces la confundimos con el deseo lo cual acarrea un desequilibrio energético que termina en algo no planeado por nosotros.

Solemos quejarnos mucho y de todo, de siempre ser buenos para señalar los problemas ya sea como "sociedad" como estado, municipio, país, o simplemente para ver los problemas de nuestros vecinos más cercanos, amigos o familiares, pero cuando se trata de ver los propios algo pasa que la vista se nos nubla y tenemos una imagen distorsionada de quienes somos. Pero hay algo común a todos, o a casi todos, muy pocos a pesar de saber lo que tenemos que hacer no lo hacemos. Esperamos que alguien más lo haga por nosotros, nos hemos vuelto cómodos, nos da cada vez más flojera pensar, rechazamos cualquier tipo de molestia, estamos en un tipo de sociedad masoquita-hedoista, por que por un lado sabemos que estamos mal, los problemas continuan, la situación se agrava pero por otro lado nunca habíamos tenido tantas distracciones como en estos tiempos, el soma que llamaba Huxley en forma de programas de televisión, redes sociales, internet y muchas otras cosas más. 

Parecira que necesitaramos ver el precicipicio para saber que hacia allá vamos, pero no lo vemos por que tenemos el celular de frente. 

Existen los demonios, estan en todas partes, estan en las altas esferas políticas y económicas, decidiendo invadir países, rivatizar bienes, imponiendo sus políticas a favor de ellos mismos engañando, mintiendo, corrompiendo, sobornando, coaccionando, los podemos ver en las calles, amedrentando a los vecinos, robando las pocas cosas que tienes, los puedes ver de uniforme, con ropa de civil como uno de nosotros, pero hay algo que nos diferencía, su falta total de empatía y consideración externa hacia el prójimo.

Pero aún más peligrosa es nuestra apatía. Nosotros que les permitimos hacer y deshacer, por que tenemos mil excusas, pensamos que no estamos listos, que las condiciones no son las necesarias, quizás esperamos a que venga alguien más a hacerlo, o tenemos una vaga esperanza de que en el futuro nos va ir mejor ¿y como nos va ir mejor si no hacemos nada por que mejore la situación?.

Yo no soy quien para decirles que hagan eso por lo general y si se escucha a si mismo, bien lo sabe cada quien, lo que si puedo preguntarles es ¿hasta cuando? por que mañana puede que sea demasiado tarde y no tengamos una nueva oportunidad, literalmente hablando.



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