La sociedad actual esta enferma y a todos nos toca sufrir parte de esa enfermedad o en cierta medida contribuimos a la misma.

Hace mucho tiempo que se estableció a un pueblo como los representantes de prácticamente el mal en la tierra, se manipuló la historia y se oculta hasta el día de hoy y si investigas te pueden meter a la cárcel en determinados países y en otro a lo mucho te acusan de hacer apología del mal, por decir poco. Pero este escrito no trata directamente de eso, si no de mostrar parte de la enfermedad que he podido descubrir en mi mismo primero y en algunos de los que me rodean después.

Un tema ampliamente utilizado para dividirnos es el tema del racismo, poniendo al mismo pueblo que mencioné como estandarte del mismo, el pueblo racista por antonomasia. El cual básicamente es creerse superior a otro por tu raza o alguna característica de la misma que te diferencia y te hace ser "superior" en algún aspecto. Y es aquí donde noto algo extraño, si bien a casi todos (siendo políticamente correctos) nos molesta el racismo y nos indignamos cuando alguien agrede a alguien en su nombre, sobre todo visto en videos "virales" la realidad es que pareciera que todos lo practicamos de alguna forma. Es decir quizás no nos creamos superiores a alguien por su color de piel, pero si por nuestra educación, estatus económico, creencias religiosas, aspecto físico, la música que escuchamos, los libros que leemos, la ropa que utilizamos, la marca de nuestro coche, los lugares que conocemos, nuestros hobbies, la cantidad de amigos que tenemos, situación sentimental, lo que comemos, los idiomas que hablamos, nuestra edad, el lugar donde estudiamos, la carrera que elegimos, nuestra profesión, el empleo que tenemos, las películas que vemos, nuestro personaje favorito de Marvel, el clima que nos gusta y así podría seguir una lista interminable.

Cuando la realidad es que la mayoría tenemos mucho más cosas en común que diferencias. No digo que esto lo hagamos conscientemente, pero a un nivel inconsciente tendemos a compararnos con los demás, nos imponen sin que nos demos cuenta referentes de felicidad, cosas a las que aspirar para que nuestra vida adquiera sentido, pero un sentido externo únicamente, cuando pase esa moda, o podamos perder esa característica que supuestamente  nos diferencia y nos hace mejores ¿Qué haremos?. ¿Quién nos dirá si nuestra vida vale la pena o no?. Creo que ese sentido sólo se lo puede dar cada uno y darnos cuenta que muchas veces el creernos superiores surge de su contrario que en realidad nos sentimos "menos" que los demás o mejor dicho menos que los falsos estándares que este sistema nos impone.

Lo mejor sería descubrir en nosotros nuestro valor intrínseco, que ya tenemos por el mero hecho de existir, por que existes aunque no te hayas dado cuenta, tu vida ya vale sólo por que estas aquí y el sentido se los das tú. Lo que haces o tengas son elecciones pero no definen tu valor. Es lo que eres lo que te da tu valor, y si no sabes quien eres pues cualquier momento es bueno para empezar a descubrirlo, por que nadie más lo puede hacer por ti. Si te valoras a ti mismo ya no tienes deseos de sentirte superior a nadie. Imagínate los que puede ser despertar y sentirte bien con lo que eres.

Ni yo, ni la tele ni nadie te puede decir quien eres o lo que tienes que hacer con tu vida, algunos te pueden aconsejar o mostrar una puerta, pero serás tu quien la tenga que cruzar.

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